La bicicleta es la mejor opción de movilidad sostenible. Y ahora los pueblos y las ciudades los desplazamientos al trabajo, el ocio y los estilos de vida con bajas emisiones de carbono tienen la opción de la movilidad sostenible que el sector de la bicicleta ofrece.
Hay que tener en cuenta que una quinta parte de todas las emisiones de CO2 en el mundo son causadas por el transporte. Por eso, la bicicleta, como modo de transporte respetuoso con el clima, es indispensable dentro del objetivo de descarbonización.
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La bicicleta es la mejor opción de movilidad sostenible
El Grupo de Expertos en Sostenibilidad de la Industria de la Bicicleta CONEBI–CIE lanza el Compromiso de Acción Climática de la Industria Ciclista.
Se trata de una iniciativa liderada por el sector para que las empresas de toda la cadena de suministro midan su huella de carbono y tomen medidas individuales para reducir significativamente sus emisiones de CO2.
La Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE), como miembro permanente del Grupo de Expertos, invita a las empresas asociadas y al sector de la bicicleta en España a unirse a esta iniciativa de la que ya forman parte las asociaciones nacionales de la industria ciclista y más de 60 empresas individuales.
El ciclismo, fuerza positiva
El sector de la bicicleta ofrece una opción de movilidad sostenible para pueblos y ciudades, los desplazamientos al trabajo, el ocio y los estilos de vida con bajas emisiones de carbono.
Una quinta parte de todas las emisiones de CO2 en el mundo son causadas por el transporte: como el modo de transporte más respetuoso con el clima, la bicicleta es indispensable para lograr la descarbonización.
«Estamos convencidos de que los productos y servicios de nuestra industria son fundamentales para la revolución de la movilidad y la sostenibilidad. Nuestra industria debe acelerar sus esfuerzos para ser tan respetuosa con el clima como el propio producto», aseguran desde AMBE.
Medidas urgentes
El Acuerdo de París de la ONU, firmado por 195 países, se compromete a mantener el calentamiento global por debajo del nivel crítico de 1,5 grados centígrados. Para lograrlo, los GEI deben reducirse en un 55% para 2030, y en un 100% para 2050.
La Unión Europea ha fijado un objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de al menos el 55% para 2030 en comparación con 1990.
«Para poder alinearse con los objetivos de la ONU y de la UE, nuestra industria necesita tomar medidas conjuntas urgentes», concluyen con contundencia desde AMBE.
