¡Diez razones para que te pidas la bici a los Reyes Magos o a Santa! Puestos a buscar buenas excusas, te vamos a dar hasta 10 para que incluyas en tu carta de este año una bicicleta.
¡No es demasiado tarde… venga… todavía estás a tiempo de cambiar la carta… solo necesitas un empujoncito… quita los ruedines… y lánzate cuesta abajo!
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¡Diez razones para que te pidas la bici a los Reyes Magos o a Santa!
Puestos a pedir no te quedes corto/a y añade lo último en componentes (cambio inalámbrico, frenos de disco, lo último en suspensión…). Siempre te puedes llevar una decepción al abrir el regalo, pero más vale que sobre que no que falte.
¡A veces Santa y los Reyes Magos hacen milagros, ya sabes, el espíritu navideño y la magia de la Navidad!
Eso sí, presuponemos que habéis tenido un comportamiento razonablemente ejemplar en 2023, por que si no lo más probable es que en vez de una bicicleta recibáis un gran saco de carbón.
¡Uno, adiós al sedentarismo!
Si te pides una bici, y te llega, prepárate para hacer ejercicio físico. La bicicleta te ofrece la posibilidad de tener un estilo de vida activo y saludable.
Practicarás deporte de forma divertida. Y notarás en seguida los beneficios para tu salud.
La bicicleta es una excelente manera de incorporar actividad física en la rutina diaria. El pedaleo mejora la resistencia cardiovascular, fortalece los músculos y ayuda a mantener un peso saludable.
Además, al ser una actividad de bajo impacto, es suave para las articulaciones.
¡Dos, libera tu mente!
Si al beneficio físico unes el demostrado beneficio para tu salud mental, ya tienes otra razón de peso para pedirte la bicicleta.
Montar en bicicleta no solo beneficia al cuerpo sino también a la mente. El ciclismo al aire libre proporciona una oportunidad para desconectar, reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo, contribuyendo positivamente a tu salud mental.
¡Tres, fortalece tus músculos!
Pedalear y pedalear y pedalear implica el uso de varios grupos musculares. Por supuesto, los de las piernas, pero también los de los glúteos y los del abdomen.
Cuando te pones a pedalear, mientras disfrutas mogollón, estás tonificando y fortaleciendo estos y otros músculos que ni siquiera sabías que tenías. Y ademas, estás mejorando la coordinación y el equilibro.
¿Qué más quieres? ¿Más razones? Tranquilo… tranquila…
¡Cuatro, explora tu entorno!
Con la bicicleta podrás llegar a sitios que ni te hubieras imaginado que existen. Pero si lo tuyo no es la aventura, entonces, pedalea y pedalea, y en cada cruce de caminos, escoge el que quieras.
Descubrirás nuevas rutas que tienes cerca y por las que nunca habías pasado. La bicicleta te permite explorar tu entorno de manera más íntima.
Puedes descubrir nuevos vecindarios, parques y senderos, mientras aprecias la belleza de la naturaleza de una manera que no sería posible en un automóvil.
¡Cinco, independencia!
Si ya no eres un niño/a, quizás te sientes independiente. Pues pilla la bici y entonces sabrás lo que es sentirse libre.
Eso sí, tampoco te pases y no vayas a dejar todo por la bici, que además hay algunas cosa más importantes, pocas, pero algunas.
¡Seis, convivencia!
Montar en bicicleta puede ser una actividad individual (tú y tu máquina), pero ¿que me decís de hacer amigos/as que compartan esta locura de dar pedales? Así debieron nacer las grupetas.
Ya sea con amigos o familiares, compartir paseos en bicicleta fomenta la convivencia y brinda la oportunidad de disfrutar de la compañía de los demás mientras se disfruta del aire libre.
¡Siete, cuida el planeta, solo tienes uno!
Elegir la bicicleta para encabezar tu carta a los Reyes Magos o a Santa Claus es más que soñar. Estás eligiendo un medio de transporte que contribuye directamente a la reducción de la huella de carbono.
Al no requerir combustibles fósiles, las bicicletas son una opción amigable con el medio ambiente. ¡Sí, tu bici y tú estáis ayudando a disminuir la contaminación atmosférica y la congestión del tráfico!
Es como tener poderes… y una gran responsabilidad.
¡Ocho, coge tu bici y empieza a ahorrar!
Si pides tu bicicleta y te la traen, la empezarás a amortizar desde el primer día. Y si te lo montas bien podrás ahorrar un buen dinerito para hacer otras cosas.
A medio plazo, tener una bicicleta es más económico que mantener un automóvil. No hay gastos de combustible, seguro obligatorio (aunque si recomendable) o mantenimiento costoso (salvo que seáis manitas).
Además, no necesitas pagar tarifas de estacionamiento ni preocuparte por las fluctuaciones en el precio de la gasolina. Eso sí, tendrás que hacer una primera inversión en un buen candado.
¡Nueve, menos tráfico del malo!
Si optas por la bicicleta como medio de transporte ayudas a aliviar la congestión del tráfico.
Menos automóviles en la carretera significa menos embotellamientos, y más beneficio tanto para los ciclistas como para los conductores.
¡Y diez, versatilidad!
Las bicicletas son increíblemente versátiles. Sirven para desplazamientos diarios, paseos recreativos, aventuras en la naturaleza o incluso como una herramienta de entrenamiento deportivo.
Es hora de convencer a sus majestades de Oriente o a Santa de que estás pidiendo un regalo de los prácticos, de los buenos, un regalo útil y no la tonta de año tras año.
¡Déjate de tontás y pide el regalo bueno!
¿Te he convencido? Pedir ‘la bicicleta’ a los Reyes Magos o a Santa Claus va más allá de recibir un regalo de los buenos.
Si te traen la bici recibes una ‘maquina’ de diversión con la que ganarás en salud y en calidad de vida, cuidando el entorno.
Eso sí, ocúpate de que tu carta llegue a tiempo y a las manos adecuadas… Yo, por ejemplo soy más de los Reyes Magos.
¡Déjate de tontás y pide el regalo bueno, una bicicleta!
