¿Cómo podemos prevenir los calambres? Los temidos calambres son problemas musculares comunes en la práctica deportiva.
Por eso, debemos conocer a qué se deben, qué favorece su aparición y cómo podemos prevenirlos.
Buscamos respuestas con el Dr. Ángel Ruiz Cotorro, Director de la Clínica Tenis Teknon – Grupo Quirónsalud.
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¿Cómo podemos prevenir los calambres?
Un calambre es un espasmo muscular extremadamente doloroso e involuntario. Es un problema común en los deportistas y afecta a músculos grandes de las piernas durante o inmediatamente después del ejercicio.
El calambre es una reacción exagerada y paradójica del músculo a la fatiga que responde a una hiperexcitabilidad nerviosa.
Si tocamos la tensión muscular de la zona acalambrada, nos parecerá que está dura como una piedra. Y en la mayoría de ocasiones, resulta imposible mover el músculo. A diferencia de la contractura, el calambre dura segundos o pocos minutos, y no es permanente.
Origen nervioso
Veamos con un ejemplo. Imaginemos un grupo muscular que se utiliza mucho más que los demás como son los gemelos en un partido de tenis. Entre contracción y contracción de la pantorrilla, hay una relajación espontánea y obligada.
Si el músculo se fatiga tras 90 minutos de partido y no se para, es decir, se continúa utilizando la pierna (aumentando la excitabilidad nerviosa del grupo y la pérdida de líquidos corporales), los gemelos son incapaces de relajarse y mantienen la contracción, desencadenando el calambre.
Se ha establecido a través de observaciones clínicas y electromiográficas que los calambres son de origen nervioso y están relacionados con la hiperactividad del reflejo del nervio muscular.
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Factores que favorecen la aparición de calambres
Son varios los factores que favorecen que tengamos calambres, entre los que podemos citar los siguientes:
- fatiga muscular localizada
- insuficiente hidratación
- desequilibrios electrolíticos fundamentalmente ocasionados por la pérdida importante de líquidos (magnesio, potasio y sodio)
- temperatura ambiental y humedad,
- falta de una buena preparación física,
- alimentación inadecuada a lo largo de la temporada
- estrés emocional.
Es falsa la creencia de que se deben a la acumulación exagerada de ácido láctico. Los calambres no se deben exclusivamente a la deshidratación, a un desequilibrio electrolítico concreto o al calor, si no que existen factores que los favorecen.
¿Qué debemos hacer si tenemos un calambre?
Primero, evidenciaremos qué músculo es el afectado, y forzaremos su estiramiento de 15 a 30 segundos. Y repetiremos si no cesa el calambre.
Después, es aconsejable la colocación de calor local en la zona y no continuar con el ejercicio.
¿Cómo prevenimos los calambres?
Encontramos la respuesta en la actuación de forma muy especial sobre los factores que predisponen a la aparición de los calambres:
- Preparación física adecuada con un programa de ejercicios de flexibilidad que incluya estiramientos de los grupos musculares más implicados en deporte que practiquemos.
- Nutrición personalizada durante la temporada. Una cantidad de hidratos de carbono adecuada en la comida previa a la competición y un correcto aporte de líquidos ayudará a minimizar los riesgos.
- Adecuada hidratación durante la competición. Especialmente bebidas con sales minerales e hidratos de carbono (glucosa y fructosa) en proporciones adecuadas.
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